Juan José Saer, el escritor argentino de la literatura latinoamericana y de la literatura en idioma español del siglo XX, presenta en “Una literatura sin atributos” que el trabajo de un escritor no puede definirse de antemano. Aun en el caso de que el escritor parezca perfectamente identificado y conforme con la sociedad de su tiempo, si es un gran escritor su obra será modificada, en primer lugar, en la escritura y después en las lecturas sucesivas, por la intervención de elementos específicamente poéticos que sobrepasan las intenciones ideológicas.
En la novela, trata de expresar lo que Sófocles, uno de los hombres más felices de su
tiempo; amigo personal de Pericles, soldado inteligente y victorioso, quiso objetivar acerca de sus
versos trágicos para mostrar los desastres que puede causar la desmesura en los
pobres humanos.
Juan José Saer pone en letras que la
obra de un escritor tampoco debe definirse por sus intenciones sino por sus
resultados. Considera que, por razones económicas, políticas y sociales, el
lector está condicionado de antemano y que los contenidos de tal o cual
literatura le son impuestos a través de elementos extra-literarios.
Sostiene, además, que el poder
político, la censura, el periodismo, los imperativos de rentabilidad, el
trabajo de promoción de las editoriales y los medios audiovisuales suministran
las consignas que debe seguir el producto estético para que no solamente el
artista sino también los consumidores se adecuen a ellas.
Pues, la literatura
latinoamericana es sólo una categoría geográfica, pero no una categoría
estética, en donde dicho autor, Juan José Saer, despreciaba el mercado
incomunicando sus ideas sobre el tiempo, la subjetividad, el recuerdo, sino que
enfocado en una forma de relato, de pensamiento, sin que sean los personajes
quienes lo trasmiten. El problema del tiempo y de lo real, Saer lo muestra en
estado de ficción.
Se puede decir que su obra es tan rica como su
capacidad literaria. Que se trata del escritor más destacado de la literatura
argentina actual. Pero nada de esto alcanza para entender realmente de qué se
está hablando cuando se habla de Saer, hay que leerlo. Vale la pena abandonarse
a las palabras, dejarse seducir, enamorarse de su estilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.